3 Julio - Santiago 1:5-7
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
-Dios, nuestra fuente de sabiduría:
¿A quién de nosotros no le hace falta sabiduría? A lo largo de nuestra vida hemos aprendido muchas cosas, pero sinceramente ¿Estamos preparados para todo lo que se nos presenta cada día?
Cada día hay nuevos retos, nuevos desafíos nuevas situaciones que ponen a prueba nuestra fe y conocimiento. Cosas para las que no tenemos respuesta y situaciones en las que no sabemos que decir o cómo actuar.
Yo necesito sabiduría, y le pido a Dios que me de inteligencia y sabiduría para mí y para con los demás.
Quiero ser sabio, y entender cuando tengo que hablar y cuando que callar, cuando tengo que actuar y cuando esperar, lo necesito. Sin eso, mi vida es como un barco sin rumbo. ¿Y tú? ¿Le pides por sabiduría a Dios?
¿Estás dispuesto a cambiar tu forma de pensar, para pensar como Él quiere?
Recuerda, ni tu forma de pensar vale de nada, ni la mía tampoco. El único pensamiento y sabiduría verdaderamente valido es el que proviene de Dios.
Vengamos hoy a Él y pidámosle humildemente sabiduría con fe, teniendo por seguro que Él nos la va a dar sin reproche y abundantemente.
Dios te bendiga y te llene de sabiduría. Amén.
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