11 Enero - Filipenses 2:6-7
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
-Llamado a la tranquilidad:
Podemos ver que la Biblia es clara al respecto: No estéis afanosos, esto es no tengamos afán, o lo que es lo mismo, que no estemos apurados, nerviosos, estresados, sin dormir, o intranquilos; sino que pongamos delante de Dios vuestra petición y descansásemos en Él.
¿Se puede hacer esto? Si pero es una cuestión que requiere confianza.
Imagino que yo redacto una carta, la meto en un sobre y le pongo su correspondiente sello o franqueo. En el momento que la echo en el buzón, yo me quedo tranquilo, pues ya hice mi parte, ahora es el servicio de correos, quien se encarga de llevarla a la oficina, clasificarla, cargarla en el transporte correcto, y entregarla en destino.
Quizá no sepa todas las personas que hacen posible que esa carta llegue a destino, pero si tengo la plena seguridad de que va a ser así y no me supone un problema saber cómo lo harán, sé que llegara a destino y punto.
Algo parecido nos dice este texto, haz tu parte y quédate tranquilo, Dios sabe lo que tiene que hacer y cuando. No te preocupes por como lo hará, simplemente confía y espera. A su debido tiempo la carta de tu oración llegara a destino y tendrás la respuesta que precisas. ¿Lo harás? Dios nunca nos falla. El Salmo 34:15 dice: Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. ¿Lo crees? Te invito a que pongas hoy cualquier cosa que te inquiete a sus pies y esperes su respuesta a su debido tiempo. Dios te bendiga. Amén.
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