29 Noviembre - Jueces 8:22-27
Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián.
Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros.
Y les dijo Gedeón: Quiero haceros una petición; que cada uno me dé los zarcillos de su botín (pues traían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas). Ellos respondieron: De buena gana te los daremos. Y tendiendo un manto, echó allí cada uno los zarcillos de su botín. Y fue el peso de los zarcillos de oro que él pidió, mil setecientos siclos de oro, sin las planchas y joyeles y vestidos de púrpura que traían los reyes de Madián, y sin los collares que traían sus camellos al cuello. Y Gedeón hizo de ellos un efod, el cual hizo guardar en su ciudad de Ofra; y todo Israel se prostituyó tras de ese efod en aquel lugar; y fue tropezadero a Gedeón y a su casa.
-Vigilando para no fallar:
Gedeón, fue una persona ungida y usada por Dios. Él se veía pequeño y sin fuerzas, pero recibió el llamado de Dios,y obedeció como dice Jueces 6:15-16 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
Gedeón, creyó a Dios y actúo, confiando en Dios a lo largo de su vida y aunque tenía temor, buscó el hacer la voluntad de Dios, pidiendo confirmación al Señor para proceder correctamente, tal y como se relata en Jueces 6:36-40.
Gedeón redujo su ejército de 32.000 a tan solo 300 hombres y obtuvo la victoria ante un ejército tremendamente superior, como leemos en Jueces 7:12: Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud. Pero llegados al texto de hoy hay un, pero en la su vida. Gedeón desobedece el mandato de Éxodo 20:4 que dice: No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Las consecuencias son terribles haciendo pecar a Israel, a Gedeón y a su casa. ¿Cómo ocurre esto? ¿Demasiada confianza? ¿Qué aprendemos de ello? Nunca debemos bajar la guardia, como dice la Biblia en 1ªCorintios 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. Dependemos de Dios siempre y en todo momento y por haber hecho siempre las cosas bien, no quiere decir que vaya a ser así siempre, por lo que debemos estar atentos.
Las imágenes, y las representaciones religiosas, son siempre son un tropezadero, llegándolas a dar culto en lugar de dárselo a Dios. Conduzcámonos, como viendo al Invisible, así como lo hizo Moisés y leemos en Hebreos 11:27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Para no equivocarnos, pongamos siempre nuestra confianza en Dios, nunca en nuestras propias fuerzas, o en nuestra confianza. Miremos a Dios y a pesar de que tengamos mucha experiencia y éxito, busquemos siempre el hacer la voluntad de Dios. ¿Lo harás? Solo así podrás hacer lo correcto siempre. Dios te bendiga. Amén.
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