¨ He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;si alguno oye mi voz y abre la puerta,entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.¨ Apocalipsis 3:20
viernes, 17 de noviembre de 2017
Devocional 17 Noviembre - Gálatas 5:1 Audiodevocional
17 Noviembre - Gálatas 5:1
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
-Firmes en la libertad:
Hoy me gustaría que nos planteásemos una pregunta ¿Podemos ser esclavos siendo libres? Sé, que es una pregunta que parece absurda o incluso ridícula, pero puedo asegurar que es necesaria y debemos planteárnosla.
Hubo una serie de televisión hace años que se llamaba “Raíces” basada en hechos reales y que trataba la vida de Kunta Kinte, un hombre que fue capturado y hecho esclavo en 1767 y que siempre quiso escapar, a tal punto que incluso le cortaron un pie. ¿Por qué trató tantas veces de escapar? Él, había vivido libre y sabía lo que había perdido, por eso lo deseaba con tanto anhelo. Otros ya nacidos en esclavitud, jamás habían conocido la libertad y por eso no eran conscientes de lo que nunca habían disfrutado.
A lo largo de la vida he podido ver como hay personas que pasan su vida encarcelados y cuando salen, es como si no supiesen o no quisiesen adaptarse, simplemente delinquen para volver allí donde los conocen y son alguien.
También es verdad que otros presos, cuando salen de la cárcel, cambian de vida y valoran la libertad y lo que tienen y hacen todo lo necesario, suceda lo que suceda y se encuentren en la situación que se encuentren, para no volver jamás a estar presos.
Es esto en lo que quiero reflexionar en esta mañana ¿Somos conscientes de la libertad que tenemos en Cristo?
Juan 8:36 dice: Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
¿Estamos viviendo realmente esa libertad y ese gozo que solo nos da Jesucristo?
¿Podemos caer de nuevo en la esclavitud?
El versículo es claro y dice: Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Ya no somos esclavos del pecado, del mundo, de nuestras pasiones y deseos, ahora somos libres y tenemos que ser firmes y resueltos. Debemos insistir tal y como lo hiciera Kunta Kinte, y no dejar que nada nos robe nuestra libertad.
Kunta Kinte no lo consiguió, pero tu si puedes con la ayuda de Dios, ahora bien, tienes que ser firme y resolutivo.
¿Lo harás? Dios te bendiga. Amén.
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