5 Septiembre - 1ª Reyes 13:4-7 y 33-34
13:4-7 Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar. Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. Entonces respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues ante la presencia de Jehová tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada. Y el varón de Dios oró a Jehová, y la mano del rey se le restauró, y quedó como era antes. Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un presente.
13:33-34 Con todo esto, no se apartó Jeroboam de su mal camino, sino que volvió a hacer sacerdotes de los lugares altos de entre el pueblo, y a quien quería lo consagraba para que fuese de los sacerdotes de los lugares altos.
Y esto fue causa de pecado a la casa de Jeroboam, por lo cual fue cortada y raída de sobre la faz de la tierra.
-Cambiando nuestro ser.
En el texto podemos ver lo que le pasó al rey Jeroboam. Él había hecho cosas que eran claramente contrarias a lo que Dios había establecido. Le fue mandado un varón de Dios para decirle lo que sucedería si seguía en ese camino e incluso pudo ver claramente la manifestación de Dios bloqueándosele la mano y después sanándole.
Pudo ver claramente que esto venía de Dios, e incluso después, quiso ofrecerle un presente al profeta. Aún así, eso no le hizo cambiar su actitud, al menos de forma permanente, corrigiendo lo que estaba haciendo mal; por lo que él y su casa fueron destruidos.
La pregunta de hoy es ¿Qué hace falta para que cambiemos de actitud? ¿Qué hace falta para cambiar nuestra conducta o nuestra forma de actuar? ¿Es necesaria la enfermedad, milagros u otros? Dios lo hace también hoy en día, pero si nuestro corazón está cerrado, de nada servirá aunque lo veamos claramente.
No seamos Jeroboanes y escuchemos lo que Dios quiere de nosotros, que siempre al igual que un padre es lo mejor, aunque nosotros, no lo veamos así. Cambia tu actitud hoy y toma una determinación. Dios te bendiga. Amén
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