22 Septiembre - Josué 1:1-4
Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo:
Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.
-Tomando nuestro reto:
El pueblo de Israel tenía la promesa de la tierra prometida por el Señor. Debido a su desobediencia, el pueblo no recibió la bendición que Dios tenía para ellos. Murió Moisés, pero no murió la esperanza y la promesa hecha por el Señor a sus padres. Ahora llegaba el turno de Josué, tenía la promesa y parece que el pueblo había aprendido la lección. Dios les había hecho el regalo y se lo había entregado, ahora ellos, al contrario que la vez anterior debían recibirlo. Es significativo el hecho de que para recibir este regalo, Dios le dice a Josue que se levante y como vemos también en el versículo 6 dice: Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
Ellos recibirían el regalo, pero les suponía levantarse, esforzarse y actuar con valentía.
Y nosotros ¿Estamos levantándonos, esforzándonos y actuando con valentía para recibir lo que Dios tiene para cada uno de nosotros? Piensa en ello y permitas que nada ni nadie, te haga perder la bendición que Dios tiene para ti y las personas donde Él te ha puesto. Dios te bendiga. Amén
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