¨ He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;si alguno oye mi voz y abre la puerta,entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.¨ Apocalipsis 3:20
domingo, 27 de agosto de 2017
Devocional 27 Agosto - Génesis 12:1-4 Audiodevocional
27 Agosto - Génesis 12:1-4
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
-Respondiendo al llamado:
Cuando una persona es llamada por Dios, hay una parte que él o ella tiene que hacer, esa parte, es la obediencia a Dios. En el caso de Abram, fue salir de su tierra y su parentela para poder recibir la bendición.
Dios, tiene preparadas innumerables bendiciones en nuestras vidas, pero hay una parte que Dios demanda de cada uno de nosotros y es, la obediencia. Todos queremos recibir la bendición, la tierra prometida, pero son pocos los realmente obedientes que finalmente la reciben. ¿Por qué? Pensemos en Abram por un momento. ¿Qué hubiese sido de él si hubiese pensado: Amo a mi familia, me llevo bien con ellos, estamos todos juntos y para el camino es mucho mejor, aquí tenemos cada uno nuestro lugar y nuestra función, yo mismo tengo esta responsabilidad, además, Dios creó la familia para que estuviese unida?
¿Son motivos válidos? Visto humanamente sí, pero a los ojos de Dios no, ya que Él reclamaba otra cosa de Abram. ¿Cuáles son nuestros motivos que damos por buenos y válidos, para no responder al llamado de Dios?
Abram, tenía entonces 75 años y aun así recibió el llamado. Ni la solera, ni la edad, fueron impedimento para ello.
¿Ponemos trabas y problemas donde no los hay?
Me gustó una descripción que escuché hace tiempo y decía: ¿Cómo saber que Dios me llama? La respuesta me sorprendió: Si estás vivo, Dios te llama.
No se puede negar que si estamos vivos, es con un propósito, Dios no se equivoca ni hace las cosas a medias.
Piensa en ello y responde a tu llamado en obediencia. Dios te bendiga. Amén.
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