2 Agosto - Salmo 1:1-3
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
-Bien plantado.
Los árboles plantados junto a corrientes de aguas, son perennes, esto es, no pierden su hoja en invierno y a su debido tiempo, dan su fruto. Están bien provistos de todo lo necesario para su crecimiento y para que den fruto, ya que disponen de agua en todo tiempo y de todos los nutrientes que vienen arrastrados por la corriente.
Esta es la situación ideal para un árbol. Pero, ¿Y para nosotros? ¿Cuál es la mejor situación?
El texto nos dice bienaventurados o benditos aquellos que no siguieron el consejo de los malos, ni siguen sus caminos, ni se sientan con ellos, sino que la Palabra es su delicia, y el ella encuentra lo que necesita al igual que el árbol junto a la corriente de aguas. Si en la Palabra esta nuestra delicia, hay algo más que hacer y es que esta forme parte de nuestra vida. ¿Cómo? Meditando en ella de día y de noche. Esto es lo que cambia la situación, el meditar en ella de día y de noche, ya que es entonces cuando analizamos como se aplica a nuestras vidas y circunstancias particulares.
Si tenemos agua de vez en cuando y bebemos nos quita la sed, pero luego podemos pasar por una sequía severa, y es fácil que incluso lleguemos a secarnos y cuando tengamos agua sea incluso demasiado tarde. Piensa en el árbol plantado en mala zona, ha de padecer sequía, y malas condiciones. ¿Quieres ser bendecido? Busca el estar plantado en el lugar ideal y florecerás.
Sé cómo ese árbol plantado junto a la corriente de aguas que se deleita en el manantial de vida y esta apartado de lo que no le conviene. Dios te bendiga. Amén.
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