Devocional 25 Agosto - 1ªCorintios 2:1-5 Audiodevocional

25 Agosto - 1ªCorintios 2:1-5

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

-Convencer con Poder de Dios.

Todos nosotros creemos en el Poder de Dios, pero muchas veces nos pasa como al equilibrista que hacía su función sobre unas cataratas, sobre una cuerda fijada a cada extremo de las mismas. Su espectáculo consistía en atravesar las cataratas haciendo equilibrio sobre la cuerda, mientras avanzaba llevando una carretilla. Como parte del mismo, siempre decía lo mismo: He hecho esto miles de veces, muchas de ellas con una persona en la carretilla y otras tantas solo con la carretilla y jamás me he caído. ¿Cuántos creen que voy a cruzar sin problema?  Generalmente, todos los asistentes levantaban sus manos. La cosa cambiaba con la segunda pregunta: ¿Quién de ustedes, de los que están tan seguros, está dispuesto a subirse a la carretilla a cruzar las cataratas conmigo? Nadie de los que lo tenían tan claro estaba dispuesto a subirse. Así sucedía siempre, ¿No lo tenían tan claro? Entonces, ¿Porque no actuaban en consecuencia?

Así nos pasa con el Señor, tenemos seguro que Él lo puede hacer, pero tratamos de ayudarle o quizás no esperamos el momento oportuno, porque no vemos la hora de que llegue.

Nuestra labor no es convencer a nadie, es orar y confiar, es pedir a Dios que haga su obra a través nuestro a su debido tiempo, Dios nos dará la oportunidad, las palabras oportunas y el testimonio apropiado para llegar a los que nos rodean.

No tratemos de convencer a nadie con nuestra humana sabiduría, sino con reverencia y demostración del poder de Dios, solo así la semilla caerá en el lugar y momento apropiado para que germine.

Depende solo de Dios y escucha su voz para poder llevar el Evangelio de Salvación y Poder.

Dios te bendiga. Amén.

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