Proverbios 2:1-6
Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
-Hallar el conocimiento de Dios.
Aquí podemos ver cuál es la clave para tener temor reverente y hallar el conocimiento de Dios.
Tenemos que leer el manual de Dios, el cual es la Biblia, pero de nada vale que lo leamos, si lo hacemos de una manera intelectual y sin examinarlo y retenerlo para ponerlo en práctica. Debemos pedir siempre a Dios que su Espíritu Santo nos dé Luz y nos ayude a retener su Palabra.
No podemos leer un manual para aprender a pilotar un avión o manejar un vehículo y cuando llegue el momento de ponerlo en práctica, lo hayamos olvidado. No serviría de nada.
Igual es con la Palabra, si no la leemos atentos y procuramos ponerla en práctica, no tendremos temor de aquello que precisamos tener y no sabremos cómo actuar en cada momento.
Atesora su Palabra. Si leemos un poco más adelante en Proverbios 3: 1-2 dice: Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.
Tenemos promesas al guardar su Palabra para ponerla por obra y si contamos con el temor del Señor todo irá mejor. El versículo 8 dice también: Porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.
Vemos que la Palabra es importante para nuestra vida, por eso es tan importante conocerla y memorizarla.
¿Darás un paso más? Dios te bendiga. Amén.
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