19 Agosto - Job 42:1-6
Respondió Job a Jehová, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; te preguntaré, y tú me enseñarás.
De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza.
-Pensando correctamente.
Cuando a Job se le abrió el entendimiento, no pudo menos que avergonzarse y decir con rotundidad que hablaba lo que no entendía. ¿Nos pasa lo mismo? Cuando suceden cosas que no podemos entender, e incluso consideramos injustas, nuestra primera opción en nuestra ignorancia es culpar a las circunstancias o incluso a Dios.
Job vio claramente que esto era un error y se arrepintió por lo que había pensado.
A veces pensamos que no está mal albergar malos pensamientos y que esto no nos hace mal, pero no es así, nuestros pensamientos son conocidos por Dios y además condicionan nuestra forma de actuar.
Pensemos en ello y actuemos en consecuencia sabiendo que Dios tiene el control de todo.
SI leemos Jeremías 29:11-13 podemos tomar aliento, ya que dice: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
El fin es siempre bueno, aunque no lo veamos a corto plazo.
Piensa en ello y actúa en consecuencia. Dios te bendiga. Amén.
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