11 Diciembre - Filipenses 4:6-7
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Adiós a las preocupaciones:
Preocupación, stress, carga y palabras como estas, son conocidas por todos nosotros. Es algo que vemos natural y que forma parte de nuestro día a día. Alguien dijo: Si no puedo cambiar esto, para que preocuparme por ello, y si lo puedo cambiar, me pongo manos a la obra y soluciono el problema.
No siempre es tan fácil hallar una solución, abandonar un problema, o ver una salida, ya que somos humanos y tenemos limitaciones, lo reconozcamos o no.
El texto de hoy es claro y nos llama a que no estemos preocupados, que permanezcamos tranquilos y que pongamos nuestra carga delante de Dios.
Pensemos en ello por un momento. Nosotros como humanos tenemos limitaciones, pero ¿Y Dios? ¿Está limitado?
En ninguna manera. Efesios 3:20-21 dice: Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
El pasaje nos dice que no estemos preocupados, sino que dejemos nuestra carga delante de Él en toda oración y ruego con acción de gracias por lo que Él va a hacer. ¿Lo crees? ¿Cómo de grande es tu Dios? ¿Mayor que tus dudas y preocupaciones? Si lo crees debes, actúa y deja las ansiedades a un lado sabiendo que como dice Lucas 1:37: Porque nada hay imposible para Dios. Descansa en Él. Pon tu carga a sus pies. Dios te bendiga. Amén.
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