21 Diciembre: Isaías 9:2-4
El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.
-Cristo, nuestra Luz:
¿Qué celebramos realmente en Navidad? ¿Es solo un tiempo de regalos y ya está? Debiéramos celebrar la venida de Jesús al mundo y el acercamiento de Dios a los hombres, el mejor regalo que nos hizo Dios. Es por eso que las personas son felices y se hacen regalos, por haber recibido el mejor regalo: El ser libres y tener luz.
Al menos esa es la teoría, pero ¿En qué tinieblas estábamos? ¿Y bajo que yugo? La vida sin Dios y sin dirección no tiene sentido, es como un barco sin timón que va de aquí para allá.
Para los que hemos venido a los pies de Cristo y le hemos aceptado en nuestras vidas, nos es imposible pesar como sería nuestra vida sin Él. Jesús dijo en Juan 8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Es esto lo que celebramos, que la Luz ha venido a nuestra vida, que la tenemos para podernos conducir y guiar, que Él rompió nuestro yugo del pecado, aumentado nuestra alegría, como en el tiempo de la siega, donde se olvidan los días de trabajo malos, fríos y de lluvia, ahora es momento de celebración de disfrutar, de alegrarse en Dios.
Piensa en ello, da gracias a Dios y disfruta de su guía y su luz. Dios te bendiga. Amén
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