El mal momento que estés pasando ahora no se soluciona con ninguna argumentación. Sólo la verdad de las promesas de Dios hace que nos sintamos felizes, a pesar de todas las circustancias y ataques. Muy pronto lo que dicen de nosotros, se volverá contra ellos. Eso es lo que Dios da a los que le sirven: LA VICTORIA. La verdad siempre llega a la meta.
Si señores, tenemos que respaldarnos entre nosotros mismos, y ser unánimes para llegar todos al mismo lugar. No nos pongamos la zancadilla entre nosotros mismos, porque eso no lleva a nada bueno. Un poeta dijo hace muchos años:
-El que espera, desespera
-El que desespera , alcanza.
-Por eso es bueno esperar
-Y no perder la esperanza.
Siempre debemos:
-insistir en la oración y en los momentos con Dios.
-insistir en la lucha contra el mal.
-apoyar a los representantes de la Iglesia, y sobretodo al Pastor.
-ayudarnos los unos a los otros, y no ponernos piedras de tropiezo entre
nosotros.
-persistir en lo que hacemos. Cuando plantamos la semilla, no esperemos
coger frutos enseguida. Todo tiene su momento y su tiempo. Respetemos
eso.
Solo así haremos que nuestra iglesia crezca y florezca. Apoyemonos los unos a los otros.
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