1ª Corintios 13:4-7
El
amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
¿Cómo
es nuestro amor?
Amor,
palabra casi desgastada de tanto repetirla. Nuestra reflexión en el día de hoy
es:
¿Estoy
amando realmente, o solo un pensamiento o una ilusión?
Todos
diríamos casi con toda seguridad que sí, pero cuando leemos estos versículos
vemos que dice: El amor es sufrido (nos hace padecer y sufrimos) no tiene
envidia (de ningún tipo) no es jactancioso (vamos, que no somos los mejores y
no tenemos por qué creerlo) no se envanece (no se queda vacío, vano y sin
fruto) no hace nada indebido (¿Nunca haces nada indebido?) no busca lo suyo
(¿quién de nosotros no busca primero su bienestar y sus cosas y luego lo de los
demás? es una decisión que tenemos que tomar. No se irrita (nunca, pese a las
circunstancias) No guarda rencor (elige olvidar el rencor deliberadamente y
perdona, tal y como Dios lo ha hecho con él) No se goza con lo que no es justo
y si con la verdad. Todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta.
¡Qué
gran lección tenemos aquí!
¿Estamos
amando de hecho y de verdad en todas las áreas de nuestra vida?
Solo
Dios, nos puede dar esa capacidad. Demos Gracias a Dios y pidámosle que Él nos
ayude a demostrar con nuestra vida y con nuestros hechos su gran amor para con los
demás.
Dios
te bendiga. Amen
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