Salmo 46:1-3
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra
sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar;
aunque bramen y se turben sus aguas y
tiemblen los montes a causa de su braveza.
-Dios
es nuestro amparo y fortaleza:
Cuando las
cosas parece que se tuercen y nada va como debe, es fácil perder la confianza.
Cuando el
pueblo de Israel había salido de Egipto y se encontró cercado por el mar de un
lado y del otro, por el gran ejército egipcio, tuvo temor.
Dios parecía
haberles abandonado
¿Dónde estaba
Dios?
Parecía la
crónica de una muerte anunciada, aquello iba a acabar en una matanza de todo el
pueblo.
En lugar
de eso, Dios era su amparo y fortaleza, era Él, quien tenía todo en sus manos, su
auxilio en la angustia, y en definitiva era Él, quien tenía la situación bajo
control.
No hemos
de temer, pase lo que pase incluso aunque la tierra sea removida, se muevan los
montes o suceda lo que suceda. Nuestra confianza siempre ha de estar en Dios.
¿Es así en
tu vida? Te aseguro que es lo mejor que puedes hacer.
El Salmo
55:22 que dice: Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para
siempre caído al justo.
Recuerda,
te pase lo que te pase y conozcas al Señor ya hace tiempo o solo un poco, poner
tu confianza en Dios cada día. Dios te bendiga. Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario